Juventud

Los niños que son testigos de la violencia también sufren porque están conscientes de cada fase del ciclo de violencia. Pueden sentirse responsables de lo que su madre está experimentando y sufrir las mismas consecuencias que ella: ansiedad, miedo, culpa, impotencia, etc.

La intervención juvenil está dirigida a madres e hijos menores de 18 años. Los objetivos específicos del servicio son fomentar y fortalecer la relación madre-hijos, apoyar a la madre en su papel y paliar el impacto de la violencia.